lunes, 1 de diciembre de 2014

Seguimos invictos

El equipo estuvo muy disciplinado, con una buena defensa, y generó peligro al contraataque, sobre todo con la entrada al campo de Jony
El colombiano Bernardo anota el tanto de un triunfo que debió ser más amplio en el Iberostar Estadio

Un gol de Bernardo hizo justicia en el Iberostar Estadio. El Sporting volvió a ganar en el campo balear con autoridad y mejor juego que su rival, al que dominó y controló, salvo en acciones muy esporádicas que Cuéllar desbarató. La victoria rojiblanca en Palma pudo y debió haber sido más contundente, sin necesidad de esperar a la incertidumbre que fija una diferencia mínima.

Abelardo solo hizo dos variantes respecto al equipo de la jornada anterior, con el regreso de Sergio y la entrada de Juan Muñiz por Jony, manteniendo en todo momento su habitual 4-2-3-1. Enfrente, Karpin utilizó un dispositivo similar, con un equipo que giraba en torno al joven Marco Asensio, con su futuro en Madrid, en la posición de enganche, pero con libertad de movimientos.

En el inicio del partido, el Mallorca trató de llevar el peso del partido, pero el Sporting reaccionó pronto para reclamar la posesión del balón. El conjunto gijonés, con un mejor posicionamiento en el terreno de juego, cerraba bien los espacios en su zona de retaguardia y mandaba en el centro del campo con el poderío de Sergio y Nacho Cases. A ello se sumaba el buen trabajo de Carmona, muy activo todo el partido, y la participación de Juan Muñiz. Ndi sembraba preocupaciones en la zaga local, aunque su juego no creaba complicaciones por individualismo y por moverse lejos del área. Con este estilo se apreciaba una gran seguridad defensiva, pero faltaba fuerza en el ataque. Carlos Castro estaba excesivamente desatendido y muy vigilado. Este dispositivo daba la sensación de timidez en la ofensiva rojiblanca.

El Mallorca se defendía con un estilo práctico, pero sin apenas utilizar el juego combinativo. Tanto el capitán Martí, mientras aguantó, como el exrojiblanco Bustos, actuaban demasiado retrasados. Esta circunstancia permitía una mayor seguridad defensiva, pero carecían de poder ofensivo. El equipo de Karpin se limitaba a utilizar la zurda de Marco Asensio en los lanzamientos lejanos de falta. Pero la seguridad de Cuéllar y el poderío aéreo de los centrales rojiblancos eran suficiente para minimizar al máximo la entrada en juego del pequeño de los Scepovic.

Las acciones con más sentido de peligro fueron de los rojiblancos. Juan Muñiz fue uno de los más activos en esta fase, pero le faltó fortuna en la finalización. Una internada suya por la banda acabó con un centro sin rematador, un saque de esquina dio en el palo cuando entraba directo y un derechazo desde el borde exterior del área se paseó por la línea de portería tras dar en la madera.

La parroquia local, crítica con los dirigentes, se olvidó del equipo por el pobre espectáculo que ofrecían los jugadores locales para centrarse en gritos contra la directiva local. La protesta coincidió con la primera lesión del capitán Martí, quien se recuperó en dos minutos, si bien pasada la media hora dejó su puesto a Vallejo.

El Sporting llevaba bien el peso del juego, con algún despiste aislado. De eso se aprovechaba el Mallorca. Cuéllar desvió un tiro del extremo Arana tras un despeje en corto de Álex Menéndez. Era lo que les quedaba a los mallorquinistas, ya que el contraataque tampoco les daba resultado, lo que desesperaba a Marko Scepovic.

En el segundo tiempo, el Mallorca salió con más decisión. Bustos adoptó una posición más adelantada, Asensio se ofreció con mas sentido y los exteriores, Pereira y Arana, se pegaban a las bandas para abrir la zaga gijonesa. El intento apenas duró un par de minutos, que fue el tiempo que Sergio y Cases recuperaron el mando en el centro del terreno.

Abelardo buscó una mayor presencia ofensiva con la entrada de Álex Serrano en lugar de Carlos Castro. El partido tenía el mando gijonés, pero con un ritmo lento. Era el que imponía el conjunto rojiblanco, que aglutinaba el control del balón. Esta circunstancia convertía al Mallorca en un equipo inofensivo y temeroso.

Mediado el segundo tiempo empezaron a verse acciones con una mayor ambición atacante en los rojiblancos. Ndi protagonizó una buena jugada frente a tres rivales en el interior del área, con Álex Serrano desmarcado. El camerunés pecó de individualismo y eligió la jugada personal, en la que no pudo con el trío de rivales. Desperdició una buena ocasión para marcar. Abelardo buscó más rapidez con la entrada de Jony en juego. El cangués había tenido descanso por la sobresaturación de partidos. El descanso le vino bien, porque, aunque Juan Muñiz había hecho un notable trabajo, el sustituto empezó a crearle complicaciones a Cendrós. A los tres minutos de estar en el campo se fue con autoridad de su par y le dio un pase a Álex Serrano, a quien el balón se le fue alto en una inmejorable situación de remate.

Karpin también buscó soluciones a su desdibujado ataque con la presencia de Gai Assulin en lugar de Arana, quien había recibido mucho juego, ya que el Mallorca cargaba más su ataque por la zona de Álex Menéndez, pero sin dejarse notar demasiado. El israelí tenía más libertad para moverse por la zona de vanguardia, pero su presencia no modificó las cosas, ya que la zaga rojiblanca no permitía ningún resquicio.

El Sporting era mejor que el Mallorca. Dominaba el juego y el partido, pero le faltaba el gol. Llegó al filo de la media hora del segundo tiempo, en una jugada en el área que no pudo finalizar Álex Serrano. Lo había merecido, pero tuvo que ser en el rechace, con un certero y seco remate de Bernardo. Se hacía justicia por la diferencia en los méritos de uno y otro equipo.

Tras el tanto, el Mallorca se descompuso y el Sporting controló el encuentro con una mayor comodidad. La ventaja pudo ser mayor, lo que hubiera sido más justo, pero Ndi no acertó a rematar un extraordinario servicio de Jony.

El Mallorca se tiró a un ataque descontrolado. Karpin dio entrada al delantero Prats por el pivote Bustos, pero la única emoción eran los intentos de ataque, con Scepovic como referencia, por la in certidumbre de la ventaja mínima y también por algunos pases defectuosos, con apariencia de exceso de confianza. Abelardo dio entrada a Isma López, en su primera aparición de la temporada, como delantero centro, junto a Álex Serrano, para tener otro jugador de refresco. El balón seguía dominado por los rojiblancos, que pudieron marcar de nuevo en una jugada personal de Jony.

El Sporting fue mejor y ganó con merecimiento. Abelardo aumenta el récord de imbatibilidad en un equipo que en el partido de ayer tuvo en el terreno de juego diez jugadores, de los catorce que participaron, con alguna fase de su formación en el filial. Tiene más mérito, además de permitir que el sueño se mantenga.

Fuente: Comercio Digital
Foto: Real Sporting Web

Otra jornada más seguimos invictos y ya van 15. Este equipo están haciendo algo muy grande. Gracias por darnos una jornada más una alegría . 

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