martes, 29 de abril de 2014

Cuéllar ve en el triunfo un golpe de confianza

Gijón, Á. CABRANES "Había que ganar, y se ganó". Cuéllar defiende el argumento de su entrenador. José Ramón Sandoval dejó claro tras la victoria ante el Lugo que ha llegado un momento de la temporada en la que importa más lo práctico que lo estético. El guardameta del Sporting se suma a su opinión y recuerda el cariz que ha tomado reencontrarse con el triunfo tras cuatro jornadas sin ganar. "Yo lo que quiero es ganar, no convencer. El fútbol está hecho para ganar y competir. Los resultados son los que te dan la confianza en el juego y en el trabajo.", subraya.

Por primera vez en lo que va de campaña, Cuéllar ha logrado encadenar dos jornadas sin recibir un gol. Un dato que el guardameta rojiblanco evita hacer suyo. Es más, cree que los verdaderos responsables son el resto de sus compañeros. "Dejar la puerta a cero durante dos partidos es mérito de los que tengo por delante. Su trabajo defensivo es el culpable de que el equipo rival no haya creado apenas ocasiones de gol ante el Murcia y el Lugo. Ellos así lo han propiciado", asegura.

La solidez en la zaga rojiblanca se convirtió en el mejor camino para reencontrarse con el triunfo. Tres puntos cuyo efecto terminó agrandado por el tropiezo de todos los equipos que ocupaban los puestos altos de la tabla, a excepción del Barcelona B. "Cuando llegas a esta fase de la temporada, las piernas se agarrotan. Es complicado jugar. De ahora en adelante, los equipos anteponen el resultado a lo que realmente tienen que fijarse. Por ejemplo, si nosotros nos obsesionamos con ganar y volver a ganar, palmamos. Todo requiere un procedimiento. Lo primero es trabajar, saber lo que tienes que hacer. Es lo que te conduce a ganar. Lo primordial ahora es qué hacer para combatir al rival. Nosotros ahora tenemos que pensar sólo en cómo hacerlo ante el Alcorcón", recuerda.

El emeritense advierte que, a pesar de que el equipo entró en una dinámica negativa de resultados, "la plantilla nunca ha estado dividida. Hemos pasado por altibajos, como en todas las familias. Ante el Lugo se vio al grupo unido porque hacía falta. Necesitábamos la victoria para recuperar confianza. Cuéllar evita valorar el hecho de que el Sporting ha pasado a depender de sí mismo para alcanzar, al menos, el tercer puesto. "El futuro es una incertidumbre, y nadie sabe lo que va a pasar el día de mañana. Más que haberse despejado el camino, la clave es el resultado y la confianza de hacer las cosas bien para lograr el triunfo", concluye.

Foto y fuente: Lne

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