jueves, 15 de enero de 2015

El partido se juega en las áreas

«Si no se hubiera lesionado en Manchester, el Betis no estaría ahora en Segunda», aseguró sobre el canario Pepe Mel en su presentación

Cuéllar, el portero menos goleado, y Rubén Castro, el 'Pichichi' de Segunda, se citan en El Molinón

El partido del domingo les presenta como dos protagonistas antagónicos del mismo relato, que ya anda sobrado de alicientes. Iván Cuéllar y Rubén Castro. El portero que menos goles recibe de Segunda División y el delantero que más tantos celebra de la categoría se citan el último día de esta semana en El Molinón. Esta confluencia de grandes actores, unidos por el número que revela la eficacia en su trabajo, podría hacer palidecer cualquier otro aspecto de un partido corriente. Pero el encuentro del domingo está preñado de atractivos ingredientes que emanan de la situación clasificatoria de ambos conjuntos. El Sporting, tercero, representa un proyecto genuino y de rendimiento inesperado. El Betis, cuarto, se presenta como el más opulento en la parrilla de salida, con recursos humanos suficientes como para dispararse en la clasificación en cualquier momento de inspiración. La llegada de Pepe Mel no ha hecho más que refrendar esa sensación.

Pero en todo el plantel del conjunto verdiblanco brilla con luz propia su menudo delantero, que infunde respeto a toda la categoría por sus números y su trayectoria, cincelada a base de goles. Necesita poca presentación Rubén Castro, que únicamente en las tres últimas temporadas con el Betis en Primera División llegó a firmar 44 tantos. Especialmente entonado, no obstante, se ha mostrado en el curso presente, con 15 goles en 20 partidos, dos más que Sergio Araujo. «Todos le conocemos ya. Es el máximo goleador de la categoría y aprovechará dentro del área cualquier oportunidad», advertía ayer Bernardo, quien tendrá que tener este domingo un ojo puesto en el juego y otro en el escurridizo jugador. «Debemos estar lo más espabilados que sea posible y lo más acertados, y que no disponga de muchas ocasiones porque su efectividad suele ser bastante alta», concluía el colombiano, sabedor de que Castro no le dará tregua.

Tal es su ascendiente en el Betis que Pepe Mel no dudó en manifestar el día de su vuelta a Heliópolis que si el delantero no se hubiera lesionado en la pretemporada de 2013, el conjunto verdiblanco no habría descendido a Segunda. «Es historia viva de este equipo, pues ha batido todos los récords. Lo conozco muy bien y todos saben lo que ha hecho por el Betis», avanzó el preparador madrileño, quien remató su florida opinión sobre su pupilo con que «si no se hubiera lesionado en Manchester ahora mismo no estaría aquí porque nada habría pasado. El Betis seguiría jugando en Primera y yo habría seguido en el banquillo».

Rubén Castro no solo es el atacante más iluminado de la Segunda División. Veloz, desequilibrante, la eficacia del delantero de Las Palmas de Gran Canaria viene de su perseverancia. Es el futbolista de la categoría que más lo intenta en cada partido, con una media de tres tiros a puerta por encuentro y una precisión que se dispara hasta el 62,7%. Solo el argentino Araujo es más preciso, aunque no genera tantas ocasiones como el revoltoso futbolista criado en el barrio canario de La Isleta. Eso sí, su radio de acción está muy determinado. En el área, pese a su corta estatura (1,74 metros), explota al máximo sus condiciones. Trece de sus quince goles han tenido su origen en la zona más sensible del conjunto rival.

Pura dinamita

Dicen del delantero del Betis que es pura dinamita, que tiene un carácter especial. «Hay que saberlo llevar», remataba Mel. Iván Cuéllar tampoco se queda corto. No es un futbolista al uso. Tiene tendencia a verbalizar lo que realmente piensa sobre cualquier tema de la actualidad, sin censuras y con pocos tópicos en sus reflexiones, y su acusada personalidad es de sobra conocida. Lejos de los aspectos más humanos del jugador, a sus 30 años, el portero de Mérida disfruta del mejor momento de su carrera deportiva, reconocido y respetado por compañeros de profesión y aficionados. Cuenta su séptima temporada en Gijón y ha madurado a base de superar experiencias francamente duras, como las dos lesiones de gravedad que sufrió en sus dos primeras campañas como futbolista rojiblanco.

El portero extremeño defiende desde hace varias jornadas el Trofeo Zamora, con un coeficiente de 0,75 goles por encuentro, resultado de sus buenas actuaciones personales y de la eficacia defensiva que muestra el equipo semana tras semana. El sábado, por primera vez en 27 partidos de Liga que suma Abelardo como entrenador del primer equipo, el Sporting recibió más de un gol en noventa minutos. Un registro mayúsculo y que da buena cuenta de la fiabilidad que exhibe con regularidad extrema el conjunto rojiblanco. Al extremeño le persiguen en el listado de porteros menos goleados con una veintena de partidos Isaac Becerra (Girona), Adán (Betis), Manu (Alavés) y Ortolá (Barcelona B). «No soy el portero menos goleado; somos el equipo menos goleado de la categoría», repetía Cuéllar hasta esta última jornada en la que el Valladolid recogió ese testigo de forma transitoria.

Buena parte de los focos de El Molinón reposarán como punto de partida sobre la espalda de ambos futbolistas este domingo cuando el balón comience a rodar. Cuéllar aspira a dejar seco al delantero canario y Rubén Castro, a engordar todavía más su cuenta goleadora en un escenario de pedigrí en el fútbol español. Tercero contra cuarto. Un duelo de clasificación que tendrá un episodio especial en las áreas.

Fuente y foto: Comercio Digital

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