sábado, 23 de noviembre de 2013

Cuéllar se reconcilia con los comienzos

Hasta esta temporada, nunca había conseguido hacerse con la titularidad de inicio«Es un portero más maduro. Si antes ya era muy bueno, ahora está a un nivel muy alto», asegura Sergio Sánchez

J. BARRIO | GIJÓN..-
Llovía ayer, de forma abundante, en la última fase de la sesión. Los jugadores se habían retirado al interior del vestuario. José Ramón Sandoval aguantaba y observaba con detalle los felinos gestos de sus porteros, los más rezagados. Ante sus ojos, espoleados por los ejercicios de Sergio Sánchez, volaban sobre el encharcado césped Alberto García e Iván Cuéllar, éste totalmente reconciliado con los comienzos de curso, las interrupciones y la regularidad, una pesadilla del pasado.

Lo cierto es que el guardameta extremeño nunca había vivido un inicio de temporada tan apacible desde que se decidiera a hacer las maletas, a abandonar Madrid, con una breve escala en Eibar, y a probar fortuna en Gijón. Parece mentira pero, por una razón u otra, no había llegado a disputar nunca el primer partido de alguna de las cinco temporadas que acumulaba en el Sporting. Hasta este año. «Hasta ahora él no había tenido la continuidad que hace a un portero crecer, porque sin minutos es muy difícil conseguir una evolución. Pero aprendió de todo lo que ha vivido aquí y, sobre todo, a regularse. Es un futbolista mucho más maduro. Si antes era un portero muy bueno, ahora está a un nivel muy alto», reconoce Sergio Sánchez, su preparador de porteros y antiguo compañero de vestuario.

En Lugo, salvo imprevistos, el extremeño sumará su partido número 15 de manera consecutiva. Palabras mayores para el guardameta. Apenas ha dado opción a Alberto, que aguarda su momento con un respetuoso silencio, por su prolongada disponibilidad y la total confianza que le ha otorgado Sandoval. «Pero espero que su mejor momento esté por llegar», tercia Sergio Sánchez. «'El Pichu' que conocí como compañero es muy distinto al de ahora. Éste es mucho más maduro a todos los niveles. Ya no como persona, sino como futbolista. Es el poso de la madurez. El comportamiento que tiene en portería, por ejemplo, es distinto. Antes era más impulsivo y ahora ha ganado mucha pausa. Eso aporta muchas cosas a la hora de tomar una mejor elección».

Su madurez, además del bagaje que proporciona la superación de dos lesiones de gravedad, está acompañada ahora por la regularidad. En ese sentido, la temporada que más partidos disputó el extremeño fue la pasada, cuando vistió la camiseta del Sporting en 27 encuentros, 19 de forma consecutiva, unos números que quedarán a tiro de piedra después de que mañana dispute su partido número 15 con la elástica rojiblanca.

77 partidos en seis temporadas

Con apenas 77 partidos a lo largo de seis temporadas, la campaña más pobre para el guardameta fue la 2009-2010. Únicamente disputó dos partidos de Copa frente al Recreativo de Huelva. Ahí se consumió todo su bagaje porque, días después de aquel partido, una acción fortuita, un giro, una rodilla que cedió y un chasquido. Iván Cuéllar se rompía el ligamento cruzado anterior y decía adiós a la temporada. Apenas un año antes había tenido que sobreponerse a una impactante fractura de peroné en el antiguo San Mamés. «Logró sobreponerse a todo y mantener las condiciones que todos conocemos: con el pie es espectacular y en portería suele tener acciones muy determinantes. Puede cambiar las dinámicas de los partidos».

Fuente y foto: Comercio Digital

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