El Sporting cumplió su objetivo de ganar en el Ángel Carro, con dos goles de Guerrero y una superioridad total durante una hora, pero los rojiblancos cayeron en la trampa de la revolución impuesta en el fútbol por los gallegos en el último cuarto de hora, lo que le complicó el encuentro, con un tanto de Caballero, después de que Cuéllar detuviera un extraño penalti señalado a Luis Hernández.
Abelardo tuvo el contratiempo matinal de la lesión de Lora, por lo que dio entrada a Meré, con Luis Hernández en el lateral. El técnico mantuvo a Álex Menéndez en el lateral zurdo, por lo que Isma López pasó a la media punta, con Jony y Hugo Fraile en las bandas, además de recuperar a Nacho Cases para la titularidad. En el Lugo, Setién hizo algunas renovaciones, con los veteranos Fernando Seoane y Pita en el dúo de pivotes y el regreso de Caballero al eje del ataque.
El conjunto gijonés afrontó el partido con la presión de saber que el Girona había ganado en el campo del Barcelona B, lo que le obligaba a sumar los tres puntos en Lugo, para no perder la distancia con el conjunto gerundense.
El equipo gijonés salió más metido en el partido, con un estilo en el que se apreciaba una mayor intensidad. El Lugo intentó mantener el control del balón, pero los rojiblancos, con una fuerte presión, creaban problemas a la zaga lucense. El primero fue Luis Hernández, en un acoso al portero José Juan, pero no se coordinó con Guerrero para rematar a portería vacía. El manchego erró en el remate, en posición forzada, pero no en el siguiente intento, en una jugada de Jony, que servía para inaugurar el marcador.
El control del juego era de los gijoneses, que aumentaron poco después la diferencia en un nuevo remate de Guerrero, en una acción espectacular, con centro lejano y cruzado de Álex Menéndez, toque de cabeza de Bernardo y remate de Guerrero.
Con mucho tiempo por delante, la ventaja pesó en exceso. El Lugo, que se jugaba poco, no podía on un Sporting intenso, muy centrado en mantener el control del partido y del balón, sin dar opciones a su rival. El único susto fue un disparo lejano de Pita, con Cuéllar adelantado, que no tuvo consecuencias.
El riojano Ocón Arráiz sacó su vena casera en acciones puntuales, en la señalización de faltas. Su error más grave fue pitar un fuera de juego a Isma López, en un balón rebotado en un contrario, en una jugada que acabó en gol. El juego gijonés era contundente, más intenso y con un control total de la situación, para cerrar los espacios a los lucenses.
En el segundo tiempo, el Lugo salió con más intensidad, pero estuvo bien frenado por los gijoneses, pese a un demencial arbitraje. El riojano Ocón parecía tenerla tomada con los visitantes en la señalización de las altas. Incluso complicó el encuentro en un balón colgado al área gijonesa, en la que Cuéllar se hizo con el balón, pero el árbitro interpretó desplazamiento de Luis Hernández a Caballero. Cuéllar adivinó el lanzamiento del capitán Manu.
Parecía que los problemas se habían acabado, pero no fue así, porque los dos últimos cambios de Setién complicaron las cosas a los de Abelardo. La presencia de Ferreiro en la banda derecha, respaldado por Diego Seoane, sposu un desconcierto e la zaga gijonesa y la presencia de Luis Fernández aumentó el peligro. El tanto de Caballero, en un centro de Diego Seoane, en el único despiste de la zaga asturiana permitió que los diez últimos minutos fueran de presión local, con absurdas pérdidas de balón y de posesión de los gijoneses. Al final, se impuso la lógica con un triunfo muy trabajado, que permite al Sporting seguir su lucha con el Girona.
fuente y foto ; Comercio Digital
Este fin de semana tuve la oportunidad de ir a ver el Lugo vs Sporting , menuda primera parte que hicimos. El penalti , desde donde yo estaba , no me parecía , estaba segura de que Cuéllar lo pararía y... lo paro. El final del partido fue increíble , comunión de equipo y afición , para entenderlo hay que vivirlo. Quedan cuatro finales y JUNTOS podemos . GRACIAS EQUIPO
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