martes, 1 de diciembre de 2015

Celta 2 vs Sporting 1

Los errores defensivos condenaron al Sporting en Balaídos. El equipo gijonés hizo un discreto primer tiempo, en el que el Celta aprovechó un despiste de la zaga gijonesa para adelantarse en el marcador y tener sus mejores minutos. El segundo tiempo tuvo color rojiblanco, pero el gol de Carlos Castro no llegó a tener premio por otra indecisión defensiva que facilitó el tanto del triunfo vigués en el último tramo del partido.

Sobre la pizarra, la gran novedad en el Sporting fue el debut en Primera División del camerunés Dani Ndi. Fue la innovación de Abelardo en la alineación, además del regreso de Isma López al lateral izquierdo en detrimento del lesionado Roberto Canella. El equipo gijonés utilizó su habitual 4-2-3-1, en el que destacó el intercambio de posiciones entre Halilovic y el debutante Ndi. En el Celta, la principal innovación de Eduardo Berizzo fue la ausencia de Iago Aspas en la formación inicial, con Bongonda, Guidetti y Nolito como tridente de ataque, al que se sumaba Orellana en la posición de enganche.

El inicio del encuentro estuvo controlado por el Celta, quien tuvo más posesión de balón, aunque sin encontrar espacios libres por el buen dispositivo posicional de los rojiblancos. Una fase en la que se observó un exceso de respeto entre los dos equipos, sin apenas llegadas a las porterías rivales. En el caso del Sporting, si en defensa mantenía el tipo, ofensivamente era un conjunto excesivamente débil y con demasiada facilidad para perder el control del balón.

Los intentos de profundizar por la banda derecha, con Halilovic como protagonista, carecían de apoyos, sin posibilidad de superar la sólida defensa celtista. Tampoco Ndi en la mediapunta tenía opciones de entrar en juego, mientras que Sanabria no lograba contactar en ninguna acción, además de perder las opciones en todas sus batallas con la defensa rival.

Al Celta le bastó una jugada para adelantarse en el marcador. Fue al filo del cuarto de hora, cuando Nolito le ganó la posición a Lora para centrar casi sin oposición. Isma López no cerró bien y el balón se coló entre la defensa rojiblanca, donde Bongonda habilitó a Orellana para que anotara a portería vacía y ante la desesperación de Cuéllar.

Con el gol a favor, el Celta controló mejor el partido. Los rojiblancos intentaron adelantar sus líneas y asumir más riesgos, pero con demasiadas imprecisiones. En menos de un minuto, no obstante, pudo cambiar la decoración del encuentro. Cuéllar se lució en un contragolpe local, con disparo cruzado de Bongonda, y a continuación una colada de Jony sembró el desconcierto en la zaga viguesa, pero sin encontrar rematador. En la retaguardia local se apreciaban algunas dudas ante el acoso intermitente de los gijoneses. Incluso hubo un gol anulado a Isma López por fuera de juego del navarro tras recibir un pase dentro del área del Celta del paraguayo Sanabria.

El Sporting se vio obligado a arriesgar, pero con demasiada timidez. En ataque le sobraron imprecisiones, mientras que el Celta mantenía el sitio para buscar sorprender a los rojiblancos en los contragolpes, si bien la zaga gijonesa se mantuvo más segura y con anticipación. La presión del Sporting creaba algunas complicaciones a los locales en el control del balón. De todas formas, el partido se desarrollaba por unos cauces de mucha tranquilidad para el Celta.

El Sporting no sabía aprovechar las dudas intermitentes que se veían en la defensa del Celta, entre otras cosas porque el juego de los gijoneses era muy lento con un centro del campo que apenas generaba juego. En la fase final del primer tiempo pudo aumentar su ventaja el equipo gallego en un disparo de Guidetti que detuvo Cuéllar y en un remate de Bongonda que salió alto. La zaga gijonesa tuvo algunas acciones en las que le faltó colocación ante la precipitación ofensiva de los locales. La posición de Orellana entre líneas, con caídas a las bandas, creaba alguna incertidumbre con falta de solidez en la defensa gijonesa. También en el cenrto del campo se acusaba la baja de Sergio, ya que tanto Cases como Mascarell no ofrecían una sensación de consistencia para dominar la parcela central en la que ganaban la partida Augusto y Pablo Hernández, este con más dureza.

Hubo una jugada polémica en el minuto 29, con una caída de Ndi en el área local, pero el camerunés se durmió ante la entrada de Cabral, quien se anticipó al futbolista del Sporting para abortar el peligro para la portería de Sergio.

Tras el descanso, la imagen del Sporting fue muy diferente. Los gijoneses salieron con una mejor disposición y un juego que daba imagen de ambición ofensiva. En los primeros compases se produjeron dos oportunidades para el empate, pero un remate de Bernardo y un disparo de Halilovic no encontraron portería.

El Sporting reaccionaba con un control del partido. El Celta volvía a exhibir algunas dudas defensivas y el único problema para los rojiblancos era la falta de acierto en los metros finales. El partido tuvo una fase de fútbol abierto, con presión ofensiva de los de Abelardo y contraataques locales bastante imprecisos.

Cumplido el primer cuarto de hora, Abelardo decidió retirar a Sanabria, que había estado bastante oscurecido, para dar entrada a Carlos Castro. La entrada en juego del delantero de Ujo no pudo ser más afortunada. En el primer balón que tocó, en un mal saque del portero local, lo aprovechó para lograr el empate.

El partido cambió de decoración con un celta más ofensivo. Los locales pidieron penalti en una mano de Luis Hernández que el árbitro pasó por alto. La infracción existió. En esa fase, Abelardo retiró a un agotado Ndi para dar entrada a Pablo Pérez, quien ocupó la banda derecha, con lo que Halilovic pasó a una posición más centrada. El croata dio ahí algunos zarpazos, pero sin repercusión en las llegadas al área.

Con un fútbol vibrante con el que el Sporting tenía un mejor control y el Celta muchas prisas llegó el tanto del triunfo local, en un pase en profundidad en el que Nolito le ganó la posición a Lora, jugada en la que también se produjo el infortunio de que el despeje de Cuéllar saliera rebotado en el interior vigués para acabar en el fondo de la portería. Mayor infortunio imposible, ya que con anterioridad el Sporting pudo adelantarse en el marcador en un disparo lejano de Carlos Castro. Una vez más los errores en defensa se pagaron muy caros.



Foto y fuente: Comercio Digital

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