El Sporting no remata en el Colombino
El polémico penalti señalado por Sánchez Martínez permitió
al equipo de Sergi Barjuán igualar el gol de Scepovic. Los rojiblancos superan
al Recreativo de Huelva, pero pagan la falta de contundencia con un empate
El polémico penalti señalado por Sánchez Martínez permitió
al equipo de Sergi Barjuán igualar el gol de ScepovicLos rojiblancos superan al
Recreativo de Huelva, pero pagan la
falta de contundencia con un empate
MANUEL ROSETY mrosety@elcomercio.es
El Sporting sumó ayer un punto que supo a poco. Los
rojiblancos mantienen su gafe en el Nuevo Colombino, donde se les escapó la
victoria después de haberse adelantado en el marcador y haber tenido la ocasión
de sentenciar el encuentro. La victoria se esfumó por un error del colegiado,
que transformó en penalti una acción de juego peligroso.
Sandoval utilizó un 4-2-3-1 con la novedad de Carmona en la
banda derecha. El binomio formado por Bustos y López Garai ocupó el centro del
campo, con Barrera en una posición más adelantada. El conjunto onubense se
decantó por un 4-3-3 para reforzar el centro del campo, con un aspecto de temor
ante el potencial de los gijoneses.
Los pupilos de Sandoval llevaron el peso del partido en la
fase inicial con un mejor control del balón, aunque sin inquietar a Cabrero. El
Recreativo trataba de quitarse de encima la presión de los rojiblancos en
jugadas aisladas en las que casi siempre buscaba el juego por las bandas.
Cumplido el primer cuarto de hora se equilibró el encuentro.
Los gijoneses empezaron a perder consistencia, pero sin que la ganase el
conjunto de Sergi Barjuán. Hubo reparto de ocasiones de gol. La más clara para
los locales fue una colada de Alexander, quien lanzó alto cuando se plantaba
solo ante Cuéllar. Fue la respuesta a una internada de Hugo Fraile, que se
aprovechó de una mala salida de Cabrero. La acción, muy peligrosa por la
velocidad del extremo, no tuvo consecuencias negativas para el Recreativo por
centímetros.
El conjunto gijonés carecía de una regularidad en su tono de
juego. Álex Barrera no encontraba el sitio y la función de Bustos y López Garai
tenía más tintes de contención que otra cosa. A Scepovic apenas le llegaban
balones y por las bandas había demasiada intermitencia. Carmona apenas
intervenía por la derecha y Fraile lo hacía a cuentagotas por la izquierda.
En el tramo final de la primera mitad volvieron a producirse
jugadas de peligro. Un disparo lejano de Lora fue rechazado por la cruceta
izquierda de la portería onubense. Los locales tuvieron dos llegadas en la fase
final del primer tiempo, con demasiada precipitación en sus acciones, lo que
estuvo a punto de contagiar a los defensas del conjunto gijonés, quienes se
mostraron contundentes por la zona central en esta ocasión con una buena labor
de Bernardo y el fogoso Mandi.
Carmona por Barrera
En el descanso, Sandoval dejó en la caseta a Álex Barrera y
dio entrada a Santi Jara para pasar a Carmona a una posición de enganche. El
técnico rojiblanco buscaba una mayor movilidad en su estilo ofensivo. Los
gijoneses dieron sensación de estar mejor posicionados y jugaban con más
chispa, pero no eran resolutivos. Les faltaba llegada. El Recreativo mantenía
su línea de temor, con excesivas reservas, dando aspecto de que su principal
objetivo era evitar que los gijoneses pudieran hacer daño en la portería de
Cabrero.
Con el partido controlado, el Sporting se adelantó en el
marcador. Mandi arrancó con fuerza tras abortar una jugada de ataque del
conjunto recreativista. El canario facilitó un pase vertical en el que Scepovic
se fue muy bien de los centrales, a quienes ganó la posición con facilidad para
plantarse solo ante Cabrero. El disparo del delantero serbio dio en el portero
local y el rebote posterior volvió a dar en el cuerpo del balcánico para
terminar en el fondo de la portería andaluza. El tanto reflejaba la diferencia
de juego que se apreciaba en el partido, ya que los gijoneses eran ligeramente
más ambiciosos y se mostraban mejor dispuestos.
Sergi Barjuán empezó a buscar alternativas en el banquillo.
El primero fue Jonathan Valle, un futbolista más ágil en el juego ofensivo.
Después buscó una mayor efectividad con Joselu para ocupar el puesto del
desdibujado Linares. Mientras tanto, Sandoval trató de serenar el centro del
campo con la veteranía de Casquero en el lugar del irregular Carmona.
El Recreativo atacaba con más corazón que cabeza y
demasiadas imprecisiones en su fútbol ofensivo. El Sporting aprovechaba la
recuperación del balón para montar contraataques en los que le faltó serenidad
para definir en los metros finales. El partido estaba más cerca del 0-2 que del
empate, pero una jugada absurda con un grave error arbitral cambió el guión del
partido. En un saque de esquina a favor de los onubenses el balón quedó muerto
en el borde interior del área gijonesa. Hugo Fraile levantó en exceso el pie
para despejar el balón, sin aparente contacto en Alexander, quien adornó la
caída, quejándose de un golpe en la cara cuando la bota del futbolista del
Sporting se había situado a la altura del pecho sin llegar a contactar. El
árbitro transformó la acción de juego peligroso en juego violento. Lo que era
un libre indirecto pasó a ser un penalti. Arana, uno de los especialistas,
transformó la pena máxima.
En la última fase del partido hubo más tensión en el juego,
pero con poco acierto en las acciones de ataque de uno y de otro equipo. El
árbitro mantuvo una línea excesivamente irregular a la hora de enseñar las
tarjetas. El equipo de Sergi Barjuán enseñó una cara de mayor dureza, por lo
que se llevó el mayor número de tarjetas. Jorge Larena, un especialista en
golpes francos que había salido en el lugar de Jesús Vázquez para dar una mayor
movilidad al juego ofensivo, vio dos amonestaciones en el transcurso de un
minuto y se fue a la calle en el primer minuto de la prolongación.
Previamente, Sandoval trató de buscar soluciones con la
velocidad de Mendy cuando Hugo Fraile se había oscurecido al dar sensación de
que el penalti le había afectado en el aspecto anímico. En cualquier caso, el
tramo final del partido fue una fase en la que los dos equipos cayeron en un
exceso de precipitación.
El punto le supo escaso al Sporting. En el cómputo global
los rojiblancos fueron mejores que el Recreativo, pero en este tipo de
confrontaciones es fundamental ser prácticos y tener la contundencia suficiente
para amarrar un resultado favorable, al margen de haber tenido el infortunio de
encontrarse con un árbitro que tuvo tintes caseros, además de haber cometido un
grave error técnico. El punto puede ser bueno si el próximo domingo el Mallorca
cae en El Molinón.
Fuente : Comercio Digital
Fotos: Huelvaya.com